Los senderistas son lo más bajo de la escala aventurera y deportista. Abueletes, desclasados, esquiadores artriticos, incapaces varios...Son los patitos feos de la montaña. Sueñan con el momento en el que detienen su marcha, recuperan el aliento, se zampan una chocolatina y exclaman: "¡Que bonitooooo!".